viernes, 1 de noviembre de 2013

Pulsaciones o vatios?

¿Pulsaciones o Vatios? ¿Qué método es el más apropiado para sacar el máximo rendimiento a nuestra preparación? ¿Si uno es bueno? el otro no vale? ¿Merece la pena utilizar cualquiera de ellos para mejorar?

Para poder entender y valorar, cuál de los dos métodos es más exacto, lo primero que tenemos que hacer, es acudir al significado de la palabra entrenamiento. El entrenamiento es la aplicación de estímulos físicos, que van a provocar unas adaptaciones fisiológicas en nuestro organismo, las cuales nos llevarán al máximo estado de forma.

Nosotros aplicaremos a la carta esos estímulos, para que tengan efecto en el momento deseado. Estímulos aplicados, que son los que configurarían las cargas de entrenamiento. Entrenemos por vatios o por pulsaciones, desarrollar al máximo las capacidades aeróbicas, el desarrollo del sistema cardiovascular, la fuerza, velocidad y la resistencia, además de otros parámetros, son los que  nos van a dar los mejores resultados deportivos.

Sucesivos efectos de supercompensación. van a ser los responsables de esas ganancias. Y para que tengan efecto las cargas de entrenamiento, deben de ser crecientes en todo momento. Si no cumplimos esta condición, ya nos estamos saltando los principios o leyes del entrenamiento, como es el de continuidad y progresión.

O sea, que cada vez debemos aplicar cargas mayores para provocar esos desequilibrios internos, que tras la recuperación en exceso, son los que nos van a dar más argumentos para la aplicación de la siguiente carga de entrenamiento.Al final de todo, son las cargas las que provocan los efectos deseados. Por lo tanto si medimos las cargas con la mayor exactitud posible, erraremos menos en el intento y podremos afinar más en la preparación.

Cuando realizamos una prueba de esfuerzo, entre los datos que nos pueden aportar, son los umbrales de lactatos, los cuales se corresponden con unas pulsaciones y unos vatios de potencia. Entrenar por vatios, no quiere decir que vas a llevar las pulsaciones por las nubes en todo momento. Existe una equiparación, por la que evidentemente, si estás entrenando resistencia por vatios, las pulsaciones que llevarás en ese momento, estarán al mismo rango de porcentaje.

Entonces, tenemos que buscar una herramienta que nos de la mayor exactitud y a la que le afecten en menor media, factores externos o internos. Cuántos menos factores influyan, más exactitud. Y aquí es donde chocan: pulsómetros o medidor de potencia. ¿Vatios o pulsaciones?

 Las pulsaciones, independientemente del método que estemos utilizando para establecer las referencias de entrenamiento, son la respuesta fisiológica del organismo, al esfuerzo que estamos haciendo, pero con una serie de factores que también intervienen. Estos factores que nosotros no podemos controlar, y que hacen variar la respuesta cardiaca, pueden ser la altitud, humedad, calor, deshidratación, cansancio, etc.

Los vatios por el contrario son una medida exacta, por lo que podemos medir con máxima precisión,  la carga de entrenamiento que debemos aplicar en cada momento. Si tienes que entrenar a 200 vatios, tendrás que hacer la fuerza necesaria sobre los pedales o aplicar más cadencia de pedalada.

Si tienes que entrenar por pulsaciones, debes tener en cuenta que una situación, como por ejemplo el cansancio, puede hacer elevar el pulso cuando la carga del entrenamiento es menor. Esto por ejemplo, puede ocurrir en la última serie de repeticiones de cualquier entrenamiento de calidad.

Donde más se nota la diferencia es en el entrenamiento de calidad, que es lo que al fin y al cabo es lo que nos va a dar el salto.

Estamos haciendo un entrenamiento de fuerza resistencia y tenemos que realizar 2 series de 4 repeticiones, en un puerto de un kilómetro a 160/165 pulsaciones. Si vieses los vatios que mueves a la vez que te mantienes en ese pulso, verías como las últimas repeticiones del entrenamiento, los vatios descienden debido al cansancio muscular. Pero sin embargo, como vas haciendo caso al pulso, tú crees que estás en lo cierto y que la carga de entrenamiento es la exacta. Pero lo que te va a dar más fuerza, para subir más rápido, es que  puedas mover más vatios, a esas pulsaciones de trabajo. Por lo tanto entrenarías con más exactitud, lo que mueves no lo que sientes. Un ejemplo lo tienes al principio de temporada. Alcanzarás tus pulsaciones máximas con más facilidad que cuando estás en forma. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario